Dijo en su día el eminente doctor Drauzio Varella, de Brasil:
-"En el mundo actual se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres que en la cura del Alzheimer. De aquí en algunos años tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven".
Razón no le falta este buen hombre, y es una frase que además de hilarante, reúne tres de los conceptos del título del post. ¿Y que cojones pinta Terry Pratchett en todo esto? La respuesta es que cuando leí la cita del Dr. Varella me vino a la mente una conversación del libro "El Color de la Magia" del escritor británico en el que el pseudo-mago Rincewind reflexionaba sobre los inconvenientes de estudiar conjuros:
-"...Te pasas veinte años aprendiendo el hechizo que hace aparecer vírgenes desnudas en tu dormitorio y, cuando lo consigues, estás tan envenenado por los vapores de mercurio, tan ciego de leer grimorios viejos, que no te acuerdas de lo que viene después."
¿Qué sentido tiene el post en su conjuto? Ahí van mis reflexiones:
Reflexión 1: No le pongáis "Drauzio" de nombre a vuestro hijo.
Reflexión 2: Terry Pratchett mola.
Reflexión 3: No le pongáis "Drauzio" de nombre a vuestra hija.
Reflexión 4: Ser mago no mola, pero conviene hacerse amigo de uno.
Reflexión 5: Cambia tu nombre por el de "Drauzio".
2 comentarios:
Prometo con la mano sobre tu blog que no pondré Drauzio a mis hijos o hijas, jejeje. Eso si el alzheimer me permite recordar por qué.
Por cierto, peor es tener el pene flácido o pocas tetas y tampoco acordarse del por que.
Besos de Lulu
Bien Lulu:
De momento el comentario se queda ahí por habertelo currado, pero no me hace gracia tener SPAM, o sea que igual no dura mucho.
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