Yo quiero ser Adam West

Hola niñas y niños. Ante el aluvión de críticas que he recibido por parte de una persona para que actualice el blog, he decidido que lo mejor es postear algo que quería hacer desde hace tiempo y hacerle callar durante 7 días. Lo cierto es que al margen de buscar porno por Internet, poco más tengo que hacer, ha acabado el trimestre y el señor Hotmail me ha vetado el acceso a mi cuenta de correo y al Msn, así que os haré un poco de Spam para todos aquellos que queráis algo más de mí.
Hay una página web llamada Linkara en la que la gente cuelga sus críticas de cine, libros, música y restaurantes como si supiera del tema. Pero probablemente os preguntareis qué relación tiene la velocidad con el tocino. Bien, en dicha web acabo de colgar la crítica de una película. Los más inteligentes diréis que es esa supuesta recreación de Tim Burton ambientada en un cómic sobre un personaje atormentado por el asesinato de sus padres y que decide disfrazarse de murciélago sin motivo aparente, e ir por el mundo con un coche raro al mando de una cadena de empresas que no se sabe bien a que trapicheos se dedican. Lo único que salva esta película es la estética de Gotham City, el impecable Jack Nicholson y Kim Basinguer (esta última por motivos estrictamente machistas).

Tampoco hablo de la segunda, que es más mala y donde solo se salva Michelle y Danny deVito que hace bastante gracia de pingüino. Menos aun del cara-cartón de Val Kilmer y el repelente Cris O’Donnell. Por no hablar del despropósito mayúsculo de Batman y Robin, una Gay Party de primer nivel con Clooney y O’Donnell a la cabeza, con el apoyo de Alicia Sylverston contra Chuache y Uma Thurman (en que estarías pensando Uma). Tampoco de Batman Begins que a mi parecer es buena hasta que llega el final y empieza a desvariar.

Pues no, me refiero a la OTRA película de Batman, la del año 1966, la que protagonizan Adam West (el alcalde de Quahog no, el otro) y Burt Ward. La que apareció a raíz de aquella mítico-épica serie de principios de los 60 sobre dos tíos con disfraces de mercadillo, escenarios cutres y tanta mojigatería por parte de Robin que te hacían saltar las lágrimas.

Recuerdo la película así como la serie, aquello era malo a propósito, ahí residia su grandeza, en guionistas que se devanaban los sesos buscando la frase más chora o la tortura más retorcida para luego dejarlos solitos para que se escaparan. Recuerdo mi infancia y como en su día quería ser Adam West, quería repartir leches a todos los villanos y que en el momento del impacto apareciera un "PLAF", "OUCH", "BIFF" y "KAPOW" (mi favorita) acentuando el dolor que infligía al Pingüino, a Enigma, al Joker, al Rey Tut o a cualquiera de sus esbirros, y trincar al final del capítulo a la fantástica Julie Newmar en su papel de Catwoman (mito erótico donde los haya) que además siempre se le ponía tierna cuando Adam la arrestaba. Si Julie te persigue para matarte... no solo no es dramático, también tiene su rollo.

Sin más dilación os dejo con el tráiler de tres minutos (habéis leído bien, 3 minutos) para recordar los buenos tiempo. Podréis ver que todo se mantuvo como en la serie. Veréis el cutrerio del tiburón, así como el truco de escalar el muro o una fantástica arma que deshidrata a la gente y la convierte en polvo (cada uno de un color). Escucharéis frases épicas como: “Su objetivo mínimo debe ser… conquistar el mundo”.

No hace falta que me deis las gracias todos a la vez. Pero alguien no me perdonaría que hiciera esta entrada y no pusiera dos videos más que guardan estrecha relación con el mítico Batman de los 60.

Marchando una de "Only Fools and Horses"

Y como no, Monty Python

¿Como continuará este blog?

¿Decidirá David pasar de sus lectores 7 días más?

La respuesta en un día Bat-aleatorio.

A una hora Bat-incierta.

Eso sí, en el mismo Bat-blog