sábado, 9 de enero de 2010

El espíritu navideño

Bueno, ya se ha acabado otro año. Postales, mails de “enviar a todos”, SMS, llamaditas a móvil, cena, discoteca/bar, beber, reír, bailar, hacer algo por lo que serás nefastamente recordado, trallar, dormir dos horas… resaca… y apuntarse a 4-5 grupos del Facebook de “Yo también he potado a la puertas de (insertar nombre del local)” y “Yo también he acabado la noche (insertar situación embarazosa en gerundio) con un pollo de goma (con polea)”. Eso en Navidad. Luego se vuelve a repetir en fin de año, y si sois valientes como yo, después de Reyes. En medio, comidas familiares… y cenas de ex alumnos que son graciosas hasta que todo el mundo te ha contado su vida y que pierden su sentido cuando la gente cuenta anécdotas embarazosas en las que apareces tú, un pollo de goma (con polea) y que probablemente se remonte a un fin de año pretérito. Normalmente esas reuniones acabas intercambiando algún que otro teléfono con alguien que mínimamente te cae bien y con dos reflexiones en mente:
1: Los que van de guays son unos fracasados por sus exageradas expectativas de la vida.
2: (y más importante) Si no nos hemos visto más a menudo será por algo.

Finalmente haréis promesas que los más cínicos dirán que no vais a cumplir, pero todo depende de los objetivos que os marquéis. Por ejemplo yo me he propuesto seguir escribiendo en el blog. En resumen, es el espíritu navideño… Ups!!! Me olvidaba, también hay regalos de por medio.

Y ahora entro de pleno en el tema. Uno no puede evitar estos días ver los medios de comunicación y darse cuenta de que se pone en duda el “espíritu navideño”. Sus argumentos se reducen a que se han perdido los valores, mientras que los hippy-pijos perro-flauta* anti sistema añadirán que es una fiesta de consumo, que si la Coca-Cola mató a Santa Claus, que las grandes corporaciones te la quieren meter doblada, bla bla bla…

Algo hay de cierto en todo eso, pero el sentimiento sigue ahí, y no creo que el mundo sea peor por el simple hecho de que los niños no vayan de puerta en puerta cantando villancicos para recaudar dinero para el Casiotone, que evidentemente Papa Noel no les va a traer por su suspenso en mates. Muchos no creemos el origen de todo esto, pero lo celebramos igual, e incluso los que creen ya no están para paridas litúrgicas. Simplemente hemos evolucionado, somos más prácticos. Algún día los ateos controlaremos el mundo, pero lo que sea que substituya a la Navidad será en esencia lo mismo llámese festividad del Darwinismo, San Nietzsche o Borabó. A lo largo de los tiempos todo evoluciona y las raíces de absolutamente todo varían. El fútbol ya no se práctica llevando una pelota hasta el pueblo de al lado, las uniones entre homosexuales son matrimonio aunque le salgan sarpullidos a Rouco,… es más, la mayoría de matrimonios católicos se celebran porque “son bonitos”, total, a la Iglesia le sale rentable, y si a la Iglesia le parece bien, no creo que tengan nada que objetar a esto, y como la Navidad es originalmente cristiana, pues alegría.

Entiendo que haya resentimiento cuando te regalan una corbata en vez del barco pirata de Playmobil, es más, me solidarizo, este año tampoco he recibido mi tan ansiado Elmo Cosquillas), y es razonable que las reuniones familiares puedan ser una paliza (no todas las familias son tan guay como la mía), pero no por ello hay que negar la felicidad de los demás ni tildarla de fraude. A veces la magia de la Navidad se la tiene que currar uno mismo. Recordad que si no os ha ido bien, siempre os podeis comprar algo bonito en las rebajas.

Dicho esto, espero que hayáis tenido una feliz Vanidad y os deseo un próspero Ajo Huevo 2010.

Con cariño:
David

*No tengo nada en contra de los hippies perroflauta anti sistema siempre y cuando sean mínimamente consecuentes. Por eso remarco lo de “pijos” que son básicamente han leído dos líneas en un libro y se creen mártires de la causa mientras guardan el BMW en el garaje de la mansión de papá.

3 comentarios:

Oscar dijo...

Buah, has empezado bien, pero ha acabado como una mierdaputa olorosa.

Nah, nah, nah. Que me devuelvan mi dinero. No me muevo de aqui hasta que me devuelvan mi dinero.

Arisco.

La navidat es una mierdaputa y tú lo sabes. Sólo te gusta porque recibes regalos guays y demás, no por ningún otro motivo.

Alstan dijo...

Ya está, ya he puesto la frase que le da sentido y cohesión a todo el post. Es que estaba inspirado, pero he ido perdiendo gas. a medida que escribía.

Aun así, eres un puto resentido. Toma tu dinero y no vuelvas hasta que dejes de ser un amargao.

Largo Grinch!!!

Victor dijo...

notas para el post...
la cocacola no mato a santa claus, solo lo tiño de rojo y lo lleno de gas para que pudiera volar .

el regalo estrella de las siguientes navidades deberia ser un pollo con polea... es mas se ha de popularizar YA...
en referente al grinch... shh comes pudding como el anuncio de campofrio y querrias comer jamon... eso es lo q te pasa chavá!!!

eeeeeee macarrena !!

por lo demas un bizcocho!
agur
V