domingo, 5 de septiembre de 2010

Salm Responsarial 127

Ayer tuve que leer esto en la ceremonia de matrimonio de Cris y Jordi. YO que soy ateo como el que más.

Salm responsorial [127,1-2.3.4-5 (R.: 1)]

Feliç tu, fidel del Senyor,
que vius seguint els seus camins.
Menjaràs del fruit del teu treball,
seràs feliç i tindràs sort.
R.

R. Feliços els fidels del Senyor,
que viuen seguint els seus camins.

La teva esposa fruitarà com una parra
dins la intimitat de casa teva;
veuràs els fills com plançons d’olivera
al voltant de la taula.
R.

És així com els fidels del Senyor
seran beneïts.
Que el Senyor et beneeixi des de Sió.
Que tota la vida puguis veure prosperar Jerusalem.
R.


El resultado no fue tan dramático como temía. Ni me reí en la hilarante parte de "fruitar com una parra" (opinión que comparte el 99% de los encuestados), ni cambié "beneïts" por "beneits". "Feina feta no fa destorb" dicen por aquí. Tras una semana infernal de idas y venidas con motivo de la boda, la preparación de la nueva temporada del Sant Andreu, y el cortometraje que me perseguirá hasta el fin de los días (o al menos hasta el fin de MIS días),... el desenlace fue satisfactorio.

El resto fue disfrutar, escuchar el salmón de cura, que fué sorprendentemente correcto, sensato, con mucha metáfora y sin meter mucho de por medio al Jefe. Picoteo en la terraza del hotel Abba Garden de Esplugues, con versiones de los Beatles de fondo en plan ChillOut. Luego pasamos adentro para el banquete, donde fui reclamado por la mesa con más solteras. Mi postura fue la misma que adopto ante la tentación: huir lo suficientemente lento como para dejarme atrapar. Como es obvio, fue de largo la mesa más guay, y no lo digo por mí.
Se vendió la corbata, se subastó la liga, que me llegué a probar tras pujar, pero que como es habitual se llevó el padre. Vaya por Dios, con lo bien que me quedaba.

Luego pusieron algo de Queen, pero es repugnante ver como la mayoría de gente ya no se emociona al escuchar a Freddie Mercury. A partir de ahí el tema musical entró en decadencia. Pachangueo, batuka, King África, y para los más nostálgicos el Flying Free.

Cuando todo hubo acabado, la idea era ir a una discoteca de house, pero el número de bajas era catastrófico, y sin mi Esther y mi Marisa casi asesinadas por un par de zapatos de tacón, la verdad es que no me apetecía hacer el primo con el resto del personal en un antro que no conozco con música que no soporto. Pa casita que se está más tranquilo. En resumidas cuentas, todo salió a pedir de boca, se casaron, el comercio y el bebercio estubo genial y todo el mundo fue divino de la muette.

Un brindisi por Cristina y Jordi, que llevan unos cuantos años juntos y los que te rondaré morena.

No hay comentarios: