miércoles, 9 de enero de 2008

Night in Gatwick (Epílogo del viaje a Londres)

Con este título de película de terror de serie B me dispongo a poner punto final a mi último periplo internacional.
Bien, hoy el viaje llega a su fin de una manera inesperada, ya que en teoria yo tendría que haber vuelto el 5-1-2008 con el vuelo de Easyjet de la 19:00.

Lo cierto es que la noche no pintaba nada bien, la idea de volver a casa del Óscar habría sido prácticamente perder otro vuelo porque cuando me levanto estoy muy perro, y si a eso le añades ir al metro, llegar a la estación de trenes, media hora (más retrasos) y llegar a la terminal para facturar antes de las 6:35 no era una posibilidad barajable.
Con este panorama solo quedaba resoplar y contar las horas (14 h 15').
Así que una vez facturada la mochila grande, me estiro en un banco, pongo mi chaqueta de almohada y abrazo la bolsa con mi portátil a modo de osito de peluche. No me malinterpreteis, el tema es que estaba en un aeropuerto y hay mucho vivo por ahí. Pero "bienaventurados los que nada espera ya que nunca serán defraudados". Si hay una regla universal es que en un aeropuerto la gente pierde vuelos y se tienen que quedar a trasnochar, y que al igual que un servidor, buscan pasar un buen rato.

En concreto había un chico y una chica que estaban al otro lado de mi "dormitorio". A falta de algo mejor que hacer y viendo que había mucho cachondeo con los operarios y los GI Joe, me acerco y me integro en el grupo. Probamos hacer un crucigrama sin éxito, el chico intenta jugar con mi DS sin éxito, ya que una zona de la pantalla no tiene sensibilidad y eso hace que la otra mitad esté descalibrada, pero siempre es gracioso ver a alguien jugar por primera vez al "Brain Training" y desesperarse con el juego de decir colores. Luego el amigo sacó un Tuper con carne estofada y arroz basmati con especies que fue rulando entre los tres cual porro en Woodstock.

A las 21:35 recibo mensaje de mi hermana informando que el Espanyol en poco más de 30 minutos le habia enchufado 3 al Villarreal. Nada mal.
Una hora más tarde llama Óscar y me dice que se viene a pasar la noche al aeropuerto. Le digo que está loco y que no hace falta. Él ya sabe de su deteriorado estado mental, y como una de sus virtudes/defectos es la testarudez... su razonamiento es que no me va a dejar pasar la noche de Reyes solo. Parece una tonteria, pero algo que mucha gente no sabe, es que para mi la noche de Reyes tiene un sentido amargo desde hace 6 años.
A todo esto, el chico del arroz basmati se va a la terminal norte y aparentemente la otra chica también. Saco la DS y paso el rato. Reflexiono. Un amigo es alguien que está cuando le necesitas y cuando no. Pero me gustaría puntualizar: Un amigo es alguien que está cuando le necesitas y cuando no, aunque tú no lo creas. Así que se podría resumir en un "saber está cuando se necesita". Así es, el Óscar no se esconde, cuando dices que estas de bajón su respuesta es "Bien ¿Donde nos vamos a por pintas?". No te pone excusas, ni te evita hasta que apararentemente se te haya pasado el estado de bajón.
Bien, una hora y algo más tarde perdida del Óscar. Tras unos minutos de búsqueda infructuosa nos reencontramos. Ha traido jamón, Coca-Cola (gnom nom nom nom) y un adaptador para la corriente británico. Buscamos un punto para ubicar nuestro campamento base. En la búsqueda nos encontramos a la chica de antes. Se llama Carissa y perdió un vuelo a Seattle. Así que hizimos piña, nos establecimos en el suelo y vimos el mítico capítulo "Journey to the center of a punk" de The Mighty Boosh y "May the force be with you" de Only Fools and Horses. Curiosamente este último no tiene nada que ver con Star Wars y tiene un final épico que recueda al de los inspectores de Fawlty Towers. Todo esto sincronizado con partidas al Mario Kart.
Luego pasamos a jugar a las cartas (perdiendo yo siempre), aprender juegos de beber, hablar de política y otros temas irrelevantes... mil risas y una amiga más. En definitiva, no me arrepiento de haber perdido el vuelo y si me aseguran que siempre pasa lo mismo en estas situaciones, me iria a vivir a El Prat.

Una vez más dar las gracias a Óscar (y van unas cuantas), a Carissa y al misterioso chico del arroz basmati.
(Lo que sucedió el día siguiente fue un lamentable intento por mi parte de mantenerme despiesto durante la tradicional comida familiar de Reyes)

2 comentarios:

Oscar dijo...

jo, me haces sentir demasiado bien :(

ya sabes que me gustaría estar ahi más, pero es complicado.

pero me tienes en el messenller y lo sabes, hamol.<3

Oscar dijo...

pero hey, al menos me alegro de que hayas descubierto dos cosas.

bueno, 3.

bueno, 4.

1: only fools and horses.
2: the mighty boosh.
3: las ale's.
4: las cartas del wetherspoon's.